domingo, 21 de agosto de 2011

Capítulo 17: Multa por reirte

Bueno, bueno, bueno ya estamos aquí de vuelta. Llevaba un tiempo sin escribir quizá por la pereza estival. En realidad tampoco hay mucha novedad.

Sobre Elisa: mis sospechas se confirmaban. Casualidades de la vida, acabé a las tantas de la madrugada al lado del local donde trabaja. Dejé a un compañero en su casa y paré el coche. Aparece una moto y se baja un pijo de peinado indescriptible. Al instante aparece ella, le besa y se van. Lejos de molestarme me entra un ataque de risa y llamo la atención de un par de policías que me hacen la prueba de alcoholemia y me multan tras el negativo por "parar el vehículo en un lugar no permitido para tal fin" Pensabas que se me iba a quitar la cara de estúpido? No! y seguí riendo hasta el garaje.

Mi ex: nada, se ve que no sabe lo que quiere y de la misma manera que quedé con ella me fui. Harto de una conversación banal, superficial e hiperbólica (por su parte) me marché. No estoy para estas tonterías, en serio. Tenemos una edad en la que estas cosas están más que de más.

Me ha salido un trabajo a tiempo parcial y viendo que con el cole me quedo corto acepté. No quisiera extenderme mucho, pero bueno. La plantilla es demasiado particular para mi gusto. Gente muy variopinta cuyo ídolo es Camarón de la Isla y cuyo referente cultural es Belén Esteban. Tiendas de moda, es lo que tienen. Necesito el dinero, por lo que me tocará tragar una larga temporadita. Tuve que mentir en mi cv y claro, ni por la más mínima casualidad imaginan que soy profesor en un instituto. Es de risa, en serio. Que coño! Son un atajo de imbéciles!

Adiós a las pocas vacaciones que me quedaban. Empiezo el jueves día uno. Pero tengo en mente la última escapada veraniega. Pondré el punto y final a un verano extraño.

Espero tener algo mejor que contaros próximamente anónimos lectores. Un abrazo

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