martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo 3: Absurdas noches de fiestas

Todo comenzó cuando descubrí a Jesús esnifando cocaína en su casa a escondidas. Estaba tocando la guitarra con Jorge y de pronto algo noté. Me levanté con la excusa de ir al servicio. y ALLI ESTABA!

Hace unos meses me confesó que lo hacía de vez en cuando, y hace un mes o incluso menos volvió hacerlo. Yo estaba borracho, pero joder! un poco de sentido común. Vale que de vez en cuando te fumes un par de cigarritos de la risa .De vez en cuando por "hacer la gracia". Pero con la coca no se juega. Acabó confesando que tenía un problema y que está enganchado, pero que no me puede prometer que no lo vuelva a hacer. Parece mentira que usemos Internet para las tonterías de siempre y no para informarnos.

Volviendo al tema. Aparecimos en un bar alternativo. Pedí un gintonic y Jesús siguió con otro. Aparecieron otros amigos de fiesta (Notese que estos no son amigos, solo de fiesta) y enseguida nos juntamos unos quince en total. Comprobé que Jess estaba demasiado tiempo hablando con un hombre de dudosa reputación. Volvieron a saltar mis alamas. Pero que coño? Acaso soy yo su padre?

Llamé a Ramón, estoy harto de oirle llorar noche si y noche también. Parece que el también quiere mejorarse y decidió acompañarme. Llegó hora media hora después, radiante. Tras dias sin trabajar (baja por depresión), sin ducharse/afeitarse y apenas comiendo estaba harto de ver a un "muerto en vida" teclear y estar en su cama llorando. Ramón apareció de punta en blanco con una actitud renovada y también percibió algo raro en el ambiente: dijo que había visto a Jess con un sospechoso aro blanco en su nariz.

Ante las miserables expectativas de fiesta, ambiente de drogas, petardos y petardas emborrachados bailando al unísono eso que se conoce por reggaeton (en un sitio alternativo, ojo al parche, pirata) decidimos marcharnos.
Jess dijo que se iba a casa, nunca sabré la verdad, imagino que se quedó a su royo.

Ram y yo acabamos en otro bar del que habíamos oido hablar. Está cerca del que fui con Clara en nuestra primera cita. Nos tomamos otra, otra, otra... hasta que perdí la cuenta y nos subimos a casa.

Cada vez entiendo menos el mundo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario