domingo, 19 de junio de 2011

Capítulo 7: que no creías nada?

Supuestamente era una fiesta privada. Me dijeron: "Carlos tío! ya vale de no salir, vente hombre!!" y acepté

Aparecí entre unas calles en obras. Aparqué el coche y fue cuando entré en un círculo que yo pensaba conocer. Allí estaba Rocío, amiga de toda la vida. Compañeros de clase desde prescolar hasta COU. Solo la conocía a ella, asique no me quedó más remedio que abrirme a ese pseudogrupo.

Conocí a Germán y a Marta. Germán un poco soso, aunque buen tío. Lo de Marta no tenía nombre. En la primera frase en la conversación que mantenía con él, ella dijo: "Los tíos sois clasificables en buenorros, perfectos, gays y orcos". No daba crédito. PERO COMO SE PUEDE SER TAN SUPERFICIAL!!!!

Rocío, que siempre hemos tenido cierto afecto y noches locas, estaba también sola y decidí hacerla caso. Se pegó media noche tonteando y cogiendome la mano. Acabó diciéndome que pensaba en su ex. Total, que me tocó hacer de taxista una noche más, llevarla a casa y aparcar en la calle porque no funciona la puerta del garaje.

Se hace de día y una noche más llego a casa desilusionado. OS QUEJÁIS TODAS DE QUE LOS TIOS NO SABEMOS TRATAROS Y LUEGO SOIS VOSOTRAS LAS QUE HACÉIS DE NOSOTROS LO QUE OS DA LA GANA!!

Una mujer de verdad. Eso es lo que necesito, y no la legión de crías que me he cruzado. Me voy a la cama porque de verdad, esto es absurdo. Es una tontería tamaño castillo que escriba esto,aunque bueno, algo mejor.

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